Las piernas de Juana de Arco


Trabajo realizado posteriormente a la elaboración de las piernas de María Antonieta. Creado a partir de un maniquí de plástico quemado por una explosión de una tienda del centro de Caracas, esta condición motivó el nombre de la pieza. Posee una falda elaborada con negativos de fotografías, unidas a través de la costura por los agujeros del carrete, estos negativos fueron desechados por la oficina del Ministerio de Interior adyacente a Caño Amarillo, y son las fotografías de las cédulas de identidad de cientos de venezolanos de años anteriores. Al tener las mismas dimensiones de Las piernas de María Antonieta, se conformaron en una sola obra. Las diferencias entre una y otra son grandes, la primera es en su totalidad transparente, es clara y diáfana, la segunda en cambio, es oscura, incluso en las transparencias de los negativos. Participó en el Salón CANTV Jóvenes con FIA. El nombre dado a la instalación es “Moros y Cristianos”. 2003

Las piernas de Maria Antonieta


Estructura de hierro con forma de maniquí de las extremidades inferiores, intervenidas con hilo, plástico, y cuentas de plástico. Cuenta con su falda que la cubre y descubre. La falda está hecha con mangueras transparentes y plástico, y luego intervenida con objetos encapsulados y bisutería. Al estar hecha de estructuras y transparencias, ella misma crea en su interior espacios simultáneos, vecinos, que se entrecruzan para mostrarnos otra obra mas allá de la obra, la falda quiere ser modelo Luís XV, pero al estar cargada de baratijas, talismanes y pedrería, la hacer parecer mas bien quincalla del centro de Caracas. Participó en el Salón CANTV, Jóvenes con FIA. 2002.

Pelada, peluda, pelempempuda


Impermeable de plástico intervenido con objetos encapsulados. Pieza para usar en acciones. Esta construida sobre la base de la estampita religiosa como manera de protección, en unión a la idea de vestimenta como protección del cuerpo, solo que este traje es transparente. Es un trabajo autobiográfico, por lo que en él se encuentra todo tipo de objetos o figuras que han tenido que ver conmigo, por lo tanto soy la única persona que puede usarlo. La intención de dejar ver el cuerpo debajo de la ropa fue lo que me motivó para la concreción del impermeable. El nombre de la obra está dado por una canción infantil, y hace referencia a la estructura formal de la obra; ya que las mangas están vacías, se dice que es "Pelada", los puños están recubiertos de hilos, entonces es "Peluda", y por ultimo, el cuerpo del impermeable está abarrotado de objetos encapsulados y digo que es "Pelempempuda", en referencia al roccocuchismo. Participó en una acción en el Armando Reverón y en el Salón Aragua 2002.

Espacios vemos corazones no sabemos (La Guaira)


Tapiz bordado en plástico transparente con objetos encapsulados, cualquier cantidad de objetos unificados en este tapiz. Aquí se empieza a ser patente la estética del carrito por puesto, la fijación por los objetos de deshecho. La idea de formar una obra bidimensional compuesta de imágenes variadas, a modo de collage tridimensional, pues estos objetos, en muchos casos, son tridimensionales o salen del formato. También es para el disfrute táctil, ya que están contenidos ciertos fragmentos para estos fines. La búsqueda de una expresión bidimensional sin ser pictórico, donde los matices y el color lo dan los objetos integrados. Cómo imágenes organizadas de cierta manera, proveen la sensación de fragmentación, al tiempo que se unifican para formar una imagen. También me interesa el tapiz como forma de expresión popular y artesanal, redimensionado con la inclusión de objetos, algunos encontrados en las expediciones arqueológicas llevadas a cabo en las ruinas del Edo. Vargas. Trabajo homenaje a la tragedia de Vargas. Participó en el Salón Aragua y en la instalación del Golem. 2000.

La silla de Fellini


Uno de mis primeros trabajos en el IUESAPAR, consta de una silla elaborada totalmente con piezas de hierro encontradas. Era retorcida, y sentarse allí no debió ser cómodo. Formaba parte de una serie que nunca se completó que se llamó La historia de las sillas, inspirado en una canción de Silvio Rodríguez, del mismo nombre. Eran sillas de imágenes aéreas, casi flotantes. La idea era concederle a este material tan pesado cierta liviandad. Entonces tomaron formas de insectos. Esta pieza en particular, estaba recargada pequeños pedazos de hierro ondulado, a manera de adornos. Comienza el deseo de recobrar de la basura objetos o piezas que, por su forma o condición, puedan servir como base para la interpretación de nuevas posibilidades de composición artística, así también como una manera de relacionarse con el material, que muchas veces insinúa el objeto que quiere ser. Participó en el Salón Juan Lovera 1996. Se encuentra desaparecida.